
Nuestro primer viaje
Un Betis en Segunda, 792 km desde Olivares a Gijón, en plena cuesta de enero después de los gastos navideños… ¿nos vamos a Gijón?…
Viernes 16 de enero, 22:00, 51 béticos cargan sus equipajes al autobús que les llevará tras 11 horas de viaje a acompañar al equipo de sus amores. Componen la expedición socios con edades comprendidas entre los 14 y los 67 años.
Sin enterarnos del viaje nos encajamos en Gijón. Ansiosos por visitar la ciudad, nos lanzamos a sus calles, plazas y a mezclarnos con sus gentes. La hospitalidad, amabilidad y buen trato al aficionado bético se hace patente en el mismo momento de respirar el aire de sus barrios. Todos juntos disfrutamos de su gastronomía, paseamos por sus calles y nos hicimos conscientes del amor que procesa aquella ciudad al club de las trece barras.
En la Plaza Mayor se desata la euforia al encontrarnos con muchísimos hermanos béticos desplazados desde los más diversos puntos de España junto con una afición local que ejerce como la mejor anfitriona posible. Hermandad, diversión y sentimiento hicieron de esta ciudad un destino inolvidable para el primer viaje que organiza nuestra humilde peña. El acogimiento es inmejorable.
Tras mucho disfrute y poco descanso, el domingo en los aledaños del Molinón, el comportamiento de ambas aficiones es ejemplar y los sentimientos de hermandad vuelven a aflorar. Intercambio de bufandas y banderas, de saludos y de abrazos y sobretodo la premisa de que gane el mejor.




Empieza el partido y cada hinchada se vuelca con sus colores. Partido emocionante, de área a área y el ritmo cardiaco de los béticos rebasa el éxtasis cuando se consuma la remontada. El partido finaliza, pero no así las muestras de afecto entre ambas aficiones. La despedida solo hace mención a un “hasta luego”, para poder reencontrarnos en junio y poder celebrar el ascenso de ambos clubes.
La vuelta a la ciudad del Betis se hace más liviana con el saboreo del dulce sabor de la victoria y las noticias que nos llegaban de que alcanzábamos los puestos de ascenso directo mientras atravesábamos carreteras cubiertas de nieve.
MUCHAS GRACIAS GIJÓN, por hacer de tan bella tierra y mejores personas, nuestra segunda casa.